«Y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con Maria, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino».
Palabra del Señor.
San Mateo 2, 1-12.
![](http://www.cofradiadelahumildad.es/wp-content/uploads/2023/01/324347973_428283576105715_4708318445701905931_n-768x1024.jpg)